jueves, 16 de abril de 2009

PERO QUE ES LA CARIES?



Una enfermedad bacteriana que afecta el tejido calcificado del diente y se caracteriza por desmineralización de la parte inorgánica y destrucción de la porción orgánica del diente (Shafer, 1983). Tambien tiene el "honor" de ser la enfermedad más prevalente en la raza humana, aquella que afecta toda la raza humana, niveles socioeconómicos, culturales, religiosos y se presenta en niños, adultos, hombres y mujeres.
Susceptibilidad a la caries
Según Slavkin, existen diversos factores en relación a la susceptibilidad a la caries:
Genético (madre, padre e hijo)
Genéticos de los microorganismos

Transmisión de organismos infecciosos y edad del niño
Inmunidad de la mucosa y saliva

Dieta y Nutrición
Biofilm y ecología microbiana

Susceptibilidad de incisivos y molares
Medidas de prevención

Detección temprana de caries
Saliva y Caries

En relación a saliva y protección al diente, existen al menos cuatro funciones importantes de la saliva:
Capacidad búfer
Efecto de limpieza
Acción antibacteriana
Mantenimiento de saliva súper saturada en fosfato de calcio.

GENERALIDADES




Las caries constituyen un problema de salud bucal muy importante en nuestra población del cual debemos conocer algunos aspectos epidemiológicos, bacteriológicos, ultra estructurales e incluso hoy en día inmunológicos, al margen también que es fundamental tener presente sus características clínicas e histopatologías a fin de poder realizar mejor el tratamiento. Algunos de esos aspectos no están analizados en esta unidad ya que corresponden a otras asignaturas.


La clasificación puede realizarse desde diversos puntos de vista, y así tenemos caries de superficie lisas, y de puntos y fisuras, según su localización. De acuerdo el tejido del diente afectado: caries del esmalte, la dentina y el cemento. De acuerdo a su avance: caries agudas y crónicas. En esta unidad nos referiremos de acuerdo al tejido afectado, y se harán algunos alcances cuando corresponda y sean de interés en los otros tipos de caries.


La etiología de la caries es compleja, participando fundamentalmente tres factores: el diente, la dieta y los gérmenes bacterianos, estos al parecer los más importantes e incluso hoy en día tiende a tratarse la caries como enfermedad infecciosa, especialmente las caries iníciales. En cuanto al diente, son importantes factores de menor resistencia que facilitan el avance y/o desarrollo de las caries. Tales como en le esmalte, especialmente las laminillas que permiten acúmulo de restos alimenticios y gérmenes bacteriano, fosas muy profundas en premolares y molares.


Fig. 1. Esquema de diversos tipos de fosa o fisuras oclusales. Estas fisuras pueden llegar a medir hasta 1.5 mm y el cepillo dental solamente llega a 0.4 mm de profundidad. Por lo tanto la indicación de sellantes para prevenir caries ha sido una medida de gran utilidad. (Foto tomada de Newbrun E. Cariology, Quintessence Books, Chicago, 1989


En cuanto a la dieta es muy conocida la relación entre dieta rica en carbohidratos y mayor incidencia de esta condición. Es considerable el daño que ha significado en el diente el uso de glucosa que desde hace muchos años el hombre ha consumido en forma masiva. Hoy en día se recomienda no ingerir más de 10 kilos de azucar al año. Finalmente en cuanto a las bacterias, se piensa que es fundamental y causante en gran medida de caries el estreptococo mutans. Germen contra el cual se dirigen esfuerzos para elaborar una vacuna.


Tambien hay otros factores importantes en la etiología, como son la herencia, y algunas creencias erróneas como que "cada embarazo significa un diente" cariado.

LAS COMPLICACIONES



Diversos problemas pueden surgir cuando las caries no son tratadas a tiempo. El primero es que pueden alcanzar profundidad. Cuando eso ocurre el profesional suele utilizar un relleno provisorio para que el diente cicatrice y luego aplicar la pasta permanente. El segundo problema es cuando hay una infección, que de no atenderse a tiempo puede llegar a la raíz de la pieza dental generando un absceso, es decir la acumulación de pus que puede extenderse o provocar una inflamación de la encía.
El tercer inconveniente se produce cuando por la profundidad que ha alcanzado la caries el daño en la pulpa es irreversible. En estos casos se procede a sacar la pulpa por el conducto de la raíz, técnica que se conoce con el nombre de endodoncia. Otra solución es retirar el diente. En ocasiones, una muela sometida a endodoncia se cubre con una corona que la protege.
La endodoncia puede provocar fiebre, cefaleas e inflamaciones en el maxilar. Si el paciente presenta estos síntomas debe acudir al médico.
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TRATAMIENTO



Lo más importante en todos los tipos de caries es no dejar pasar el tiempo y asistir al consultorio odontológico. De manera que el tratamiento comience de inmediato, el dolor no continúe y tampoco el desarrollo de la caries.


En principio, para aplacar el dolor los odontólogos pueden recomendar la ingesta de analgésicos como acetaminofén; aspirina o ibuprofeno.


En el tratamiento en sí, el profesional deberá sacar la parte del diente que esté afectada con un aparato especial. En su lugar, colocará una sustancia que funciona como base para rellenar el orificio. Una vez que termina este proceso el dolor desaparece, dado que la función que cumple la pasta que se coloca es la de proteger al nervio.


Las caries pueden agravarse si no se las trata a tiempo y no sanan solas. Tras el tratamiento, no suelen generar más problemas con la excepción de un desprendimiento de la amalgama.

TIPOS DE CARIES



Caries de la superficie lisa: se pueden prevenir, revertir y son las que avanzan de manera más lenta. Afectan sobretodo a jóvenes de entre 20 y 30 años. Comienzan con un punto blanco y desde allí, la bacteria va diluyendo el esmalte.


Caries de orificios y fisuras: son comunes en los niños y comienzan a aparecer alrededor de los 10 años en las piezas dentales permanentes. Se caracterizan por desarrollarse velozmente. Por lo general, se forman en las correduras de la zona masticadora de las muelas junto a las mejillas.


Caries de raíz: afectan a las personas de mediana edad y a los mayores. Atacan el tejido óseo que protege a la raíz, que queda descubierto a medida que las encías retroceden. La principal causa de esta carie es lo dificultoso que resulta higienizar las raíces, además del consumo de azúcar en demasía.


Caries en el esmalte: se desarrollan muy despacio aunque una vez que llegaron a la dentina, que es la segunda capa de la pieza dental, la más sensible y la que ofrece menos resistencia, su avance es rápido.

RECOMENDACIONES PARA PREVENIR LA CARIES


Llevar a cabo una alimentación variada y equilibrada, para asegurar que no se produzca ningún déficit, especialmente durante los primeros años de vida, de todos aquellos nutrientes que participan en la composición de huesos y dientesReducir la cantidad y frecuencia de consumo de azúcar y productos azucaradosEvitar entre comidas las bebidas dulces y ácidas como los concentrados de frutas, los tentempiés y los alimentos pegajosos que se fijan entre los dientes (galletas, caramelos, etc.).Se puede incluir ocasionalmente tras las comidas alimentos que reducen la acidez de la saliva (cacahuetes, quesos) por su efecto protector frente a la aparición de caries.-Reducir el consumo total de azúcares sencillos de la alimentación diaria.-Evitar comer entre horas.

-Asegurar un aporte mínimo de flúor (en ciertas localidades, habrá que contribuir a la floración del agua potable con preparados farmacéuticos, enjuagues o uso de dentífricos con flúor).

-Incluir en cantidades adecuadas los siguientes nutrientes esenciales: calcio, fósforo, magnesio y vitaminas C y D; lo que se consigue llevando a cabo una alimentación equilibrada y saludable

LA MALA DIETA, ES LA QUE PRODUCE LA CARIES



El azúcar y los dulces han sido considerados durante mucho tiempo los principales causantes de la caries, pero realmente no son los únicos responsables. Los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos (almidón) son los que causan el mayor deterioro, ya que se adhieren a los dientes y los ácidos que forman permanecen mayor tiempo en contacto con el esmalte en lugar de ser eliminados por la saliva. Con la fruta seca, rica en azúcares simples, ocurre lo mismo que con los alimentos ricos en almidón. Los zumos ácidos, como el de naranja, pomelo y otros, también contribuyen al deterioro dental, debido a sus niveles de acidez y alto contenido en azúcares simples. Sin embargo, no por ello debemos evitar estos alimentos; lo realmente importante es no tomarlos entre horas y no descuidar nuestra higiene bucal. Así mismo, no conviene tener en la mesilla de noche bebida que no sean agua (zumos u otras bebidas azucaradas y leche, que contiene un azúcar llamado lactosa).